¿Qué nos dicen: la gente prefiere estar aterrorizados por un actor principal, es decir, los militares, y no por las distintas fracciones de las maras y bandas de narcotraficantes. La gente prefiere sacrificar su libertad para conseguir cierta seguridad. Por lo menos saben acerca de la táctica militar, a fin de que puedan adaptarse a ellas.

Las personas prefieren un mal conocido a través de una nueva e impredecible uno.

Esta es la última ironía de la historia de Guatemala. Luchamos por la libertad y sangrar, y ahora pedimos a los militares a favor de regresar y nos hacen seguros, sin importar las consecuencias para la libertad, la democracia y todo lo que ha estado en juego durante los últimos 40 años.

Todos los eliminados por la inseguridad.

Presidente Colom tiene que tomar la cuestión de la seguridad como el más urgente e importante problema a tratar. Si espera más, su gobierno no totalmente y completamente. Las medidas adoptadas hasta ahora son como la banda de ayudas, no son profesionales y no trabajan. Colom, quien luchó por una Guatemala libre, puede ser la figura que conducirá al país en un caos total y el derecho nos ofrece de nuevo en manos de los militares, e incluso se agradece por ello.

Nota: Este texto está basado en las publicaciones de http://www.guatemala-times.com/ a quien pertenecen las opiniones y puntos de vista acá publicados, los cuales no compartimos necesariamente.