Según cálculos de Inguat, en 2006 ingresaron al país 35 mil salvadoreños por esta época.
La comunidad recibe 2.000 visitantes al año, de los cuales el 70% es extranjero y prefiere dormir en las rucas a dormir en las cabañas equipadas que la comunidad tiene a disposición.
Esta confederación se disolvió en una guerra que duró desde 1838 a 1840, y Guatemala se convirtió en una nación independiente.
Conviene resumir primero la situación de la distribución del poder político y económico en el Reino de Guatemala, con el fin de comprender (a lo largo del proceso emancipador y luego después de obtenida la Independencia), las aspiraciones de los diversos grupos participantes y cómo evolucionó (y muchas veces se radicalizó) el esfuerzo por lograr las reivindicaciones que se consideraban no sólo urgentes sino justificadas.
En la Península también existía centralización, originalmente en el monarca y su Real y Supremo Consejo de Indias, y posteriormente en las Secretarías de Estado.
Los funcionarios y corporaciones de Hispanoamérica recurrieron a diversos métodos para adoptar alguna decisión que les conviniera (a ellos y a los grupos que querían favorecer).
Por una parte, los más altos funcionarios, civiles y eclesiásticos, centrales y regionales, llegaban desde España, y había muy poca participación local y, por otra, las posiciones del gobierno municipal (y algunos otros cargos vendibles) estaban en manos de los ricos, quienes podían pagar los precios para adquirirlos.
Los principales comerciantes de finales de la Colonia eran peninsulares recién llegados, que habían entroncado con antiguas familias criollas, entre las que destacan las de Juan Fermín de Aycinena (1729-1796) y Juan Bautista de Irisarri (1740-1805), aunque hubo otros.
Digo meses porque el puerquito que soltaban era un espécimen muy joven, para que costara aún más agarrarlo.
Las fiestas de septiembre en todos los lugares tienen distintas formas de manifestarse a través del tiempo y el espacio.
Sin embargo, antes los personajes no eran imágenes hollywoodenses sino figuras simbólicas de la espiritualidad en que se fusionaban creencias hispánicas y prehispánicas.
Llegan a saber de Tecún Umán y del himno cuando ya está formado su ideario colectivo, razonó Urquizú.