El Tejar
Ubicado a 51 kilómetros de la capital y a tres de la cabecera departamental, tiene una extensión de l44 kilómetros cuadrados con una altura de l ,775 metros sobre el nivel del. Su economía se basa en la agricultura, ganadería, avicultura y la industria de la teja y ladrillo de donde se origina su nombre. Cuentan con procesadores de verduras, hilados y tejidos de algodón.
Entre sus artesanías se destacan la cerámica, telares manuales, carpintería y ebanistería. Entre las danzas folklóricas que se presentan en este municipio se puede mencionar la danza de “Los Enmascarados”.
Además del idioma español, en este municipio se habla Cakchiquel.
Parramos
Su distancia de la cabecera departamental es de 8 kilómetros y se encuentra ubicado a 1,760 metros sobre el nivel del mar. La mayoría de sus habitantes se dedican a la agricultura, en la que sobresale el frijol negro de este lugar, por su excelente calidad. En pequeña escala se fabrican canastos, tejidos de jarcia, muebles sencillos de madera y cerería.
Parramos fue unos de los pueblos destruidos en su totalidad durante el terremoto del 4 de febrero de 1976, por esta razón sus construcciones son recientes. Entre las danzas folklóricas que se presentan en este municipio se puede mencionar la danza de “El Torito” y “El Venado”.
Además del idioma español, en este municipio se habla Cakchiquel.
Patzicía
Tiene una extensión territorial de 44 kilómetros cuadrados, una altura de 1.850 metros sobre el nivel del mar y su población es en un 80indígena. La rama de la industria fabrica suéteres de lana, tejidos y artesanías. Las mujeres elaboran sus propios trajes típicos.
Históricamente se le conoce porque en ella se firmó el acta de Patzicía, consolidándose el triunfo de los reformistas, encabezados por Justo Rufino Barrios. Ha sido afectada varias veces por los terremotos, especialmente el del 6 de agosto de 1942 y el del 4 de febrero de 1976. Además del idioma español, en este municipio se habla Cakchiquel.