A pesar de que la seguridad alimentaria y la nutrición en el país no ha mostrado signos críticos, ha comenzado a deteriorarse debido a que el período anual de escasez de alimentos se inició un mes antes de lo previsto.

Este inicio temprano de la temporada fue el resultado de los bajos rendimientos de la cosecha de primera y postrera temporada el año pasado debido a la falta de fertilización y los daños causados por las fuertes lluvias y vientos.

La reducción de los alimentos disponibles en las reservas de los agricultores de subsistencia conduce a un rápido consumo de estos, y como máximo, durará hasta marzo para los departamentos del oeste (Huehuetenango, Quiché y San Marcos) y un mes más para los del este (Jutiapa y Chiquimula). Por lo general, estas poblaciones se agotan en abril o mayo, dependiendo de la región.
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Para los hogares afectados en el norte del país por las inundaciones provocadas por la depresión tropical numero 16, el caso es diferente. Después de las pérdidasy de la primera cosecha, la gente sembró de nuevo, con la esperanza de cosechar entre febrero y marzo.

Sin embargo, la irregularidad de las precipitaciones y los cambios de temperatura a finales del año, así como la humedad, a causa de la proliferación de hongos llamados Mancha de asfalto (Phyllachora maydis y Monographella maydis).

Aunque no hay grandes zonas de cultivos afectados se informó, una ligera reducción de los rendimientos que se espera, que se traduciría en una menor reserva en los hogares que ya estaban experimentando problemas de disponibilidad de alimentos.

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