ILVICULTURA es un modelo que sostiene por medio de pago de registros a las personas para que no socave años de trabajo enseñando a la gente cómo usar responsable mente los recursos forestales.

En la década de 1990, el gobierno guatemalteco concedió a las ciudades locales el derecho a la cosecha sostenible de madera y las plantas de ciertas zonas a cambio de la oportunidad para patrullar las zonas de selva. Desarrollado con éxito en muchas comunidades cooperativas madereras, pero algunos permiten que sus áreas sean arrasadas.

Independientemente de la forma en que el plan de turismo resulta, todavía hay tiempo para explorar la región de la manera tradicional: a pie y en mula. Y de esta forma apreciar el recurso maderero en toda su extensión y magnitud.