Dijo que el hecho de que esto se ha abierto para el registro es el equivalente de usar el Gran Cañón como un vertedero para Los Ángeles, y que los ingresos del turismo para las comunidades locales serán muy superiores a lo que obtienen con la tala.
Su fundación ha recaudado dinero para el alquiler de tierras de las cooperativas locales, a fin de prevenir la mayoría de la tala.
Ambientalistas que han pasado más de una década en desarrollo sostenible aseguran que es muy difícil pero no imposible.
Lograr cambiar la mentalidad de los indígenas que viven en la región, parece ser una tarea titánica, pero se trata de hacerles entender que al final ellos saldrían ganando mucho mas que la miseria que actualmente reciben y que además daña el patrimonio cultural y el patrimonio natural del país.